La limpieza es una de las tareas más tediosas de la casa debido a la falta de tiempo. Y si hablamos de limpieza, la cocina es la zona de la casa que requiere más esfuerzo y que necesita una limpieza diaria. Es por consiguiente la zona que siempre cuesta más mantener a raya, en cuanto a orden y limpieza se refiere. Parece el cuento de nunca acabar, porque siempre van a haber zonas que necesiten limpiarse. Tampoco debemos obsesionarnos con la limpieza, ya que con el estrés del día a día es casi imposible limpiar toda la cocina a fondo, pero sí es posible mantenerla limpia si nos organizamos, vamos agrupando las tareas y limpiamos de una manera mucho más eficaz. Si necesitas más trucos para mantener tu cocina de revista sigue leyendo por que os vamos a compartir algunos trucos para hacerlo sin esfuerzo.
En tiempo real
Uno de los consejos más tontos, pero que más funciona es, ”limpia mientras ensucias”. Esto es que, por ejemplo, mientras cocinas, ve limpiando todo lo que vayas ensuciando. Si vemos por ejemplo a cocineros profesionales, siempre tienen la cocina impoluta, y esto es por que están siempre limpiando y retirando los utensilios que ya no necesitan. La encimera es la superficie que más cuidado debe llevarse de toda la cocina, puesto que sobre ella manipulamos los alimentos. Es muy importante limpiarla mientras cocinamos también, no únicamente antes y/o después del uso, puesto que pueden haber ciertos alimentos que no son aptos para todos los miembros del hogar, como podemos ver en alimentoswiki.com, y podríamos tener un pequeño problema por ello.
La nevera siempre a punto
Otro de los puntos de la cocina que más necesita un mantenimiento, es la nevera. Hay que intentar siempre mantener la nevera limpia y ordenada. Ten en cuenta que es el lugar dónde se conservan los alimentos, y una mala higiene repercutirá directamente en tu salud. Además una buena organización y limpieza de la nevera, ayudará también a que malgastemos mucha menos comida, ya que así se evitará también que la comida llegue a ponerse mala y, como consecuencia, que se tenga que tirar a la basura.
Una buena manera para limpiar perfectamente la nevera, es hacerlo antes de hacer la compra, así la guardaremos sobre el electrodoméstico totalmente limpio, y además tendremos mucho más fácil el acceso a todas las zonas, ya que estará bastante vacío. Lo más adecuado para ello es simplemente una esponja con agua y jabón.
El horno
Otro punto muy importante para mantener bien limpia la cocina, es el horno. Suele ser un electrodoméstico que no se limpia con tanta regularidad, pero es una fuente de suciedad bastante grande, sobre todo porque va acumulandose la grasa y residuos de mucho tiempo. Pero es bastante simple, aunque hay muchos productos químicos especializados, lo mejor es hacer una pasta con bicarbonato de sodio y agua, pulverizar por encima de la grasa hasta cubrir el electrodoméstico por completo y dejarlo reposar toda la noche. A la mañana siguiente echa vinagre con un vaporizador y frótalo con un estropajo o esponja de cobre en los puntos más difíciles.
Si hablamos del horno, debemos hablar también de la grasa de la cocina. Tanto si tenemos fogones, como vitrocerámica, lo mejor para limpiar esta zona es usar algún producto quitagrasas, limpiarás la cocina en un abrir y cerrar de ojos. Este tipo de productos, son perfectos para la suciedad de la vitrocerámica, la encimera y otros electrodomésticos. Simplemente déjalo actuar por unos 10 minutos y con una bayeta retirarlo.
No te olvides de las paredes
Para acabar, hablamos de las paredes. La grandísima mayoría de cocinas tiene unas paredes cubiertas con azulejos. Este tipo de material es perfecto, ya que son muy fáciles de limpiar y son verdaderamente resistentes. Lo recomendable para limpiarlos es usar un producto comprado específico para ello, pero si lo prefieres, puedes limpiarlos con una mezcla de agua caliente con jabón y un chorro de vinagre para que brillen bien. Y para el polvo que se acumula en los marcos de las puertas, enchufes o cualquier rincón que sobresalga, lo mejor es un plumero, que recoge el polvo, haciendo que no se desplace o mueva a otras zonas.
